La Royal Tioga desafía la tradición y convierte a Murcia en una inesperada pionera del cultivo precoz de cerezas.


Actualizado a 7 de abril de 2025 16:38 CEST
Hasta hace poco, hablar de cultivos de cereza en las cálidas tierras de Murcia podía sonar a ciencia ficción. Pero una variedad innovadora, la Royal Tioga, está demostrando no solo que es posible, sino que además puede marcar un antes y un después en la cereza española. Se trata de una fruta que madura semanas antes que las variedades tradicionales, pero además además lo hace con una calidad excepcional, abriendo así nuevas oportunidades y caminos comerciales para los agricultores.
La clave de este avance está en su capacidad para desarrollarse con muy pocas horas de frío invernal, lo que la hace ideal para zonas de baja altitud y clima templado. En concreto, en fincas situadas a apenas 200 metros sobre el nivel del mar y a escasos kilómetros de la costa murciana.https://bc6a00f8d3a261b4b963a41b5660df09.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-41/html/container.html?n=0
El proyecto, impulsado por el vivero aragonés Mariano Soria y con la experiencia técnica de su equipo, encontró en el productor Manuel Cutillas el aliado perfecto para poner a prueba esta variedad en e sureste peninsular. El resultado fue una plantación experimental bajo invernadero protegido con plástico y mallas de sombreo, capaz de simular las condiciones necesarias para acumular las 250 horas de frío requeridas para su desarrollo.
Reinventar el cultivo
Según explica Luis Elías, responsable técnico del vivero, el trabajo no ha sido sencillo: “Tuvimos que reinventar completamente la gestión del cultivo. La poda, la nutrición y las condiciones de crecimiento son muy distintas a las habituales en Aragón o zonas de montaña”.https://bc6a00f8d3a261b4b963a41b5660df09.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-41/html/container.html?n=0
El gran atractivo de esta variedad radica en su precocidad, la cosecha de adelanta hasta mediados de abril, una fecha en la que la cereza apenas ha entrado al mercado. Y lo hace con una calidad notable, entre 18 y 20 grados Brix, que indican un alto contenido en azúcar, buena textura crujiente y una coloración adecuada, que ha sido uno de los retos principales en zonas cálidas. “Al principio costaba conseguir una coloración homogénea, pero ahora, gracias a una gestión más afinada, logramos un producto atractivo tanto a nivel visual como en sabor”, afirma Elías.
En la finca de Cutillas, ubicada en una zona tradicionalmente dedicada al albaricoque, se ha reconvertido una parcela de 6.000 m² como campo de pruebas para esta nueva variedad. La apuesta era arriesgada, pero el resultado ha sido tan prometedor que ya se plantea una ampliación de la superficie cultivada. “El cerezo requiere más técnica que otros frutales, pero los precios en el mercado compensan el esfuerzo. En estas fechas, prácticamente no hay competencia”, señala el agricultor. De hecho, el éxito ha despertado el interés de otros productores de su cooperativa, que ya estudian unirse a esta innovadora apuesta.
El caso de la Royal Tioga en Murcia demuestra que la tecnología agrícola y la mejora varietal pueden reescribir las reglas del juego. Lo que hasta hace poco era territorio exclusivo de regiones montañosas con inviernos fríos, ahora puede cultivarse en zonas templadas, bajo condiciones controladas.Noticias relacionadas
Aunque aún hay aspectos por perfeccionar, esta variedad abre la puerta a una nueva era en el cultivo de cerezas en España, donde la precocidad puede ser sinónimo de ventaja competitiva en el mercado global. Y con el respaldo técnico adecuado, la Royal Tioga podría convertirse en la joya temprana del calendario frutal español